Un hermano mayor ve siempre alterado su estatus cuando nace un hermano, y más si se trata de un/a niño/a sordo/a porque éste/a requerirá más atenciones por parte de los padres. En todo caso es necesario que éstos velen para seguir satisfaciendo todas las necesidades de los hijos mayores y evitar cualquiera de estos tipos de actitudes:
- Desplazarlos a un lugar periférico a causa de una dedicación muy exclusiva al hijo/a sordo/a, que acapara la atención.
- Cargarlos con responsabilidades excesivas de atención y de dedicación a su hermano/na sordo/a como si ya fuesen adultos.
- Sobreprotegerlos disimulando la situación y dejándolos al margen de ella, sin darles información.
- Hacerlos renunciar a los amigos, a actividades propias de su edad, etc. para hacerlos participar siempre en aquellos ambientes y actividades que convienen y estimulan al hijo sordo/a.
Estas observaciones, acomodadas a la situación implicada, son también válidas para los hermanos/as más pequeños
Fuente: manual del curso "Experto en Lengua de Signos" de la Federación de Sordos de Valencia
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